Reseña de Barbie 2023
Si tengo que describir la película de Barbie en dos palabras, no puedo elegir otras que: rompedora y necesaria.
Por fin ha llegado el mayor evento del año para los cinéfilos: el estreno de la película de Barbie. Desde luego, una servidora no iba a faltar al estreno... Es más, ¿por qué no ir vestida como la muñeca que ha protagonizado el fenómeno fan más grande de los últimos años? Sí, me hice el vestido playero rosa que lleva en una de las escenas, jejeje.
En las últimas semanas hemos visto cómo el color rosa en todas sus variables ha teñido todo a nuestro alrededor, al mismo tiempo que un gran número de marcas ha sacado colecciones inspiradas en la famosa muñeca de Mattel que se han agotado en pocas horas. Y qué decir de la fabulosa gira promocional de la película, que ha acabado convirtiendo a su protagonista, Margot Robbie, en una muñeca de carne y hueso, recreando los trajes que Barbie ha lucido a lo largo de los años (mi favorito es el rosa que llevó en la promoción de Londres). Vaya, que si eso se suma a lo que han supuesto también las redes sociales, vemos cómo poco a poco se ha ido acrecentando el interés y la curiosidad por la película, creando una especie de universo paralelo en el que Barbie y la bomba atómica coincidían en el espacio-tiempo, pues no se puede olvidar que ha compartido día de estreno con Oppenheimer, un filme con el que, pese a ser muy distinto, ha protagonizado numerosos memes en redes sociales, dando lugar al fenómeno denominado "Barbienheimer".
Centrándome ya en la película en sí, he de decir que me he llevado una sorpresa muy grata. A decir verdad, en un principio, cuando empezaron a salir a la luz las primeras imágenes del rodaje, pensé que sería una chorrada de película... y es lo que he pensado hasta el comienzo. Sin embargo, ha resultado ser todo lo contrario. Los temas que abarca son muy actuales y para nada triviales, así que está muy lejos de ser una película superficial y más bien pensada para un público más infantil, como podía parecer. Igualmente, está calificada como apta para todos los públicos, y considero que es algo muy acertado, teniendo en cuenta el mensaje que transmite.
En lo que se refiere a la primera impresión, lo primero que llama la atención es su más que cuidada estética, lograda a través de los decorados y el maravilloso vestuario, diseñado por Jacqueline Durran (ganadora del Oscar por el vestuario de Anna Karenina y Mujercitas). Desde luego, gracias a estos dos elementos se ha recreado el mundo de Barbie lo más fielmente posible, cuidando hasta el más mínimo detalle; si nos fijamos, se ven muchas referencias a los juguetes: el cepillo de pelo gigante, la ducha sin agua, la nevera con la mitad de los productos pintados, el armario con la ropa expuesta, la casa sin escaleras... Además, un dato llamativo es que los decorados se han preparado específicamente para este rodaje, demostrando que se pueden hacer grandes producciones sin hacer uso del telón verde, el más que conocido croma, al que nos tienen excesivamente acostumbrados desde hace algunos años. Por cierto, ya sabemos que el color que predomina en la película es el rosa. Bueno, pues resulta gracioso que, a raíz de este rodaje, se produjera una auténtica crisis del color rosa a nivel mundial por las grandes cantidades que se requirieron. Si no os lo creéis, buscadlo en google 😉. Sabiendo todo esto, hago un llamamiento para que hagan una visita a los decorados, ubicados en los estudios de WB de Londres, como hicieron con Harry Potter.
En lo que se refiere a nuestra protagonista, cuando pensamos en Barbie, seguramente se nos viene a la cabeza la imagen de una muñeca de apariencia "ideal", con una casa, un armario y un coche de ensueño. Claro que, desde que hizo su aparición en 1959, ha cambiado bastante. Si bien por una parte ha sido reflejo de muchos estereotipos del momento, especialmente a nivel físico, también se puede decir que, desde su origen, se adelantó a su tiempo: Barbie se presentó como una mujer independiente que ha podido ocupar todo tipo de trabajos, desde enfermera hasta astronauta. Al respecto, creo que a todxs nos resulta familiar el lema de la marca "tú puedes ser lo que quieras", frase que ha acompañado la infancia de muchas niñas y niños y con la que se nos ha enseñado que (al menos en la teoría) no debe haber barreras para que, de adultas, podamos llegar a donde nos propongamos, dejando de lado los clásicos estereotipos vinculados con los "trabajos de mujeres" o los "trabajos de hombres". De hecho, ¿qué aportó Ken a Barbie cuando este apareció allá por 1961? Incluso en las películas de dibujos animados (indudablemente infantiles) es el personaje interpretado por Barbie quien toma la iniciativa y resuelve los problemas que se le plantean.
En la película se nos enseña esta idea de Barbie (y Ken), aunque con un gran "pero". Ella y las demás barbies viven en un lugar idílico: Barbieland, el cual resulta ser completamente distinto a la realidad. Allí no existen las preocupaciones, todo es perfecto... hasta que nuestra Barbie protagonista empieza a plantearse algunas cuestiones que no tienen cabida en su pequeño mundo. Será a partir de aquí cuando empiece a desarrollarse la trama de la película, cuando decide viajar al "mundo real" y empieza a darse cuenta de que este no tiene nada que ver con lo que ella ha conocido. Mientras, Ken, que como se ha podido ver en los distintos tráileres acompaña a Barbie, experimenta otro tipo de conexión con la realidad (y hasta aquí puedo leer, que no quiero hacer spoilers).
Si bien no quiero destripar la película, sí que quiero señalar un aspecto que me ha llamado la atención muy positivamente, que no es otro que el grado de complejidad de los distintos personajes. Los del "mundo real" reflejan a la perfección los grandes problemas de nuestra época, principalmente el machismo en todas sus vertientes, pero también cuestiones comúnmente silenciadas pero igualmente importantes, como lo es la salud mental y la presión a la que estamos sometidas, en especial las mujeres, así como las consecuencias que esta tiene, no solo en nosotras, sino también en quienes nos rodean. Como se puede ver, son temas bastante serios, los cuales se han sabido transmitir con un gran ingenio a través del rosado y perfecto punto de vista de una Barbie, concebida para ser un modelo ideal y sin preocupación alguna; al fin y al cabo, un pedazo de plástico no tiene sentimientos o no tiene que trabajar duro para "ser lo que quiera", simplemente lo es.
De esta forma, Greta Gerwig, ha conseguido hacer una muy acertada radiografía de algunos de los grandes defectos de la sociedad actual, a través de un mundo y unas muñecas perfectas. La directora no se corta en mostrar todos estos aspectos de una forma que, ciertamente, puede resultar hiriente para masculinidades frágiles. Si algo tiene claro es que hay muchas situaciones que hay que visibilizar y sobre las que hay que concienciar, al igual que sabe que la gran pantalla es una de las plataformas más eficaces para conseguirlo. Además, ha demostrado una gran capacidad para utilizar la comedia para tratar todo ello, dando lugar a una mezcla realmente explosiva.
En definitiva, el mensaje de Barbie se convierte en un auténtico manifiesto feminista que llama a la necesidad de acabar con todos aquellos aspectos que discriminan a las mujeres y nos relegan a una segunda posición, todavía en pleno siglo XXI. Por cierto, en un momento determinado uno de los personajes hace una de las mejores intervenciones vistas en una película, condensando todo esto en unas contundentes palabras que solo dicen verdades sobre lo que supone ser mujer y que muchxs deberían escuchar. Así que, si alguien duda sobre si es acertado o no llevar a los peques a ver la película, yo diría que se animaran a hacerlo. Puede que de primeras no entiendan qué pretende mostrar en realidad, pero a medio-largo plazo lo llegarán a hacer.
Con todo ello, la calificación que le doy es:
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